Huelgan los comentarios respecto del horroroso crimen de la niña Candela Rodríguez por lo que me abstengo de realizar cualquier comentario que pueda implicar o siquiera interpretar como la mas mínima recreación morbosa de tan triste acontecimiento.Cabe, eso sí, analizar y estar alerta frente la siniestra manipulación de un tema como ese, y la reacción del público ante un fenómeno de tal naturaleza.
Existe un permanente cuestiona miento a las instilaciones que no constituye rebeldía alguna, sino todo lo contrario.
No es el cuestiona miento de quién impugna el orden social,sino de quién descree de las instilaciones como forma de regularización y previsión de conductas para autorizar la aparición de algún "normalizados" anímicos y "eficiente" que convierta su cambiante capricho en ley.
Algo de eso advertíamos en forma caricaturesco en los comics y series que mirábamos de chicos.
Batman, Superman y demás superhéroes actuaban ante la inoperancia de los medios instituídos.
Hoy viéndolos desde aquí y ahora parecen la permanentes justificaciones de las actividades para policiales-o para judiciales.
El tratamiento medaático del caso de la niña Candela Rodrigues es un ejemplo triste.
Las conductas abusivas de casi todos los medios debieran tener la sanción social que merecen que no consiste en censura, sino en oponer argumentos a la manipulación, en crear otro sentido común que no sea el que actualmente es hegemónico.
Algunos recordamos casos emblemáticos y patéticos de los últimos tiempos, sobre los que nos hemos pronunciado en este mismo blog.http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=23614468#editor/target=post;postID=4359121925160999961
El caso Blumberg fue el primero. Allí el Congreso cedió a la presión mediática y terminó sancionando un mamarracho modifica torio del Código Penal por el que si alguien roba cincuenta gallinas en diferentes momentos pueden tocarle cincuenta años de prisión y veintiicinco años si mata una sola vez.
Blumberg pasó, se reveló su impostura (no era siquiera ingeniero), pero su mamarrachesco producto pseudo legal quedó.
Pasó el caso Pomar. Se argumentó cualquier cosa por demás absurdas que hemos comentado en otra nota.
Finalmente se demostró que en vez de buscar por el lado de un supuesto hecho delictivo o conducía patológica del Señor Pomar se debía analizar la posibilidad de un accidente de tránsito que es lo que sucedió.
En el caso Candela flotan varias dudas como por ejemplo:
¿Por qué luego de allanar seiscientos domicilios se no se allanó justamente a 40 cuadras del domicilio de Candela que era donde se hallaba?
¿Por qué los vecinos de ese lugar no advirtieron nada mientras a 40 cuadras rodeaban el domicilio de Candela miles de personas que se mostraban ante las cámaras de TV?
¿Por qué una vez hallado el cuerpo sin vida de Candela se difunde por TV una llamada telefónica a la Tía de la niña en la que se sugería un ajuste de cuentas? ¿Quién le hizo llegar esa fundamental prueba del expediente a los canales de TV?
Finalmente todo este festival de morbo concluyó con la suposición de que esto era un "vuelto" de una red de piratas del asfalto y que la madre sería culpable por ser "ocupa" , algo así como una versión aggiornada de "por algo será"
Mientras tanto Luciano Arruga, un adolescente del que se sospecha que fue presionado por sectores de la Policía Bonaerense fue presionado para que delinca para ellos. El caso de Luciano,al revés del de Candela, fue silenciada por los grandes medios.
El público a su vez, intenta un camino de "acción popular,con la participación de la farándula y de Ongs que reciben subsidios internacionales millonarios como ser Red Solidaria de Juan Carr o Missing Children
En verdad la legislación que en materia de Niñas, niños y adolescentes existente en el país es de avanzada y se encuentra en absoluta correspondencia con los tratados internacionales como la Convención De Beijing, como la ley 26 061 e institutos tales como el Registro Nacional de Chicos Perdidos, su similar de la Ciudad de Buenos Aires, creado antes de ka gestión Macri.
Ambos trabajan con eficacia y con la prudencia necesaria.
El público desconoce estas cosas, por lo que se los incita a seguir a galanes de moda en la materia.
Una variante trágica del cualunquismo
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