lunes, marzo 31, 2008

Montomonetarismo y ¡Que chucho Manucho! (mas sobre el campo y cristina)


Estoy somplemente sentado aquí mirando las ruedas dar vueltas y vueltas


Realmente amo verlas dirar


no mas dar vueltas en la calesita.


simplemente lo dejo correr. (John Lennon Mirando las ruedas)



Cuando una clase social otrora poderosa se extingue suele volverse pintoresca.



Algunos recordarán al Último Empreador chino tan bien retratado por Bernardo Bartolucci, que era algo así como la "Reina de Corazones de Lewis Caroll", o ese rey que en palabras de Horacio Fontova "en el fondo a nadie asusta, no queire mandar a nadie, sólo es rey porque le gusta".


Los que en otras épocas imponían terror pasan a ser verdaderos "leones herbívoros" como diría Perón.



Nuestra otrora poderosa oligarquía vacuna pareció haber recorrido ese derrotero.



Era lo que aparentaban reflejar ciertos exponentes de esa clase social que sólo podían ostentar un sonoro apellido, y que devenían personajes de colección.



Este arquetipo solía ser personificado por nuestros comediantes como por ejemplo Raymundo Soto que junto a Haydee Padilla a comienzos de los 70 representaban a una madre y su hijo, otrora oligarcas, que lucían una gran cantidad de apellidos, cuya abundancia contrastaba con su escasez material.



Es lo que haciendo de sí mismo también persoinficaba Federico Manuel Peralta Ramos, un entretenido y delirante actor y artista plástico que dilapidaba los últimos restos de su herencia en abundantes comilonas, o que aparecía en televisión de partenaire de Tato Bores.



Es el caso de Augusto Larreta, otro loco lindo, que solía repetir junto a Olmedo con voz afectada de aristócrata la frase "¡Que chucho Manucho!", mostrando la infantilizacion que suele acompañar la decadencia de estos sectores sociales, como sucediera con el emperador chino guardado por Mao en su Palacio.


Estas caricaturas aparecieron en los años 60, 70 y 80 ¿Por qué?


Porque la vieja oligarquía vacuna ya no mandaba como a principios del siglo XX, el país había cambiado.


Había cambiado porque se había industrializado. Con un capitalismo prebendario desde ya, de una forma dependiente y conveniente al Norte, pero la matriz productiva había cambiado.



Los sonoros apellidos de los oligarcas empezaban a ser reemplazados por apellidos italianos de gente cuyo padre o abuelo había descendido de algún barco.



El campo es sus regiones mas fértiles tenía aparte de los tradicionales latifundios otras propiedades de menor extensión pertenencientes a chacareros.



Alguien preguntará ¿y Martínez de Hoz, o Lanusse?. Es que algunos representantes de la vieja oligarquía se habían reconvertido y fusionado con la nueva clase dominante, tan prebendaria y rentista como la suya.



Cuando Martínez de Hoz fue ministro de la dictadura era representante de Acindar, de la Italo, y de otras empresas, si bien conservaba su puesto en la Rural desde ya, pero era mas el exponente de un Lobby empresario que de un lobby ganadero, si bien no olvidó los "agro-negocios" con sus exportaciones a la U.R.S.S.



¿Y el campo de hoy?



En el campo de hoy, y siguiendo a Basualdo y su concepto de "oligarquía diversificada" daría la impresión de que los mandamases son multinacionales como Monsanto o Cargill, y no los sonoros apellidos del pasado.



¿Entonces cual es la naturaleza de su convocatoria?



Algo de lo que expresaba Artuto Jaureteche en "El Medio Pelo en la Sociedad Argentina", si bien no con esas palabras : su valor simbólico.



¿Un valor simbólico que contra que se agita?



Lo expresa claramnete Elisa Carrió en las declaraciones que formuló para criticar el desafortunado discurso de Cristina Fernández del 25 de marzo: "Era un discurso que parecía del año 73".



Y allí viene el otro símbolo: el presunto "montonerismo" K.


Los "Montoneros" son un grupo que ha sido alternativamente glorificado y denostado por lo que poco se puede advertir algo respecto de suss verdaderas dimesiones y de su incidencia.


La primera vez que se oye hablar de "Montoneros" fue en 1970, tras el secuestro y muerte de Aramburu. Hasta ese entonces ¿Cuál era la relación entre el peronismo y la guerrilla, y particularmente la guerrilla de izquierda?


Hasta ese entonces el peronismo estaba unido en reivindicar el retorno de Perón, actitud que chocaba contra el orden establecido, si bien mayoritariamente no se autodefinía como partidario de una revolución socialista.


Había grupos desde ya que reivindicaban a la Revolución Cubana, y que creían posible realizar algo similar peronismo mediante. Allí estaba John William Cooke, por ejemplo, junto a los Uturuncos, pero no dejaban de ser expresiones minoritarias.


Esos grupos habán hecho su experiencia y se vieron alternativamente alentados y deshauciados por Perón.


Cuando en 1968 se produjo la sublevación de Taco Ralo la polcía y los militares no podían entender eso de "guerrilleros peronistas".


La CGT de los Argentinos, y el Cordobazo estaban demostrando hacia donde iba el movimiento de masas, por lo que resulta por demás absurdo que un grupo u otro se apropie del "copyright" de la resistencia antidictatorial.


El creciente movimiento de masas, la unión con otros grupos proveninetes de la izquierda marxista como la FAR, y también la adhesión de figuras provenientes de luchas anteriores como Rodolfo Walsh, hicieron de los sobrevivientes de este grupo de jóvenes que originariamente eran católicos integristas, estrellas inesperadas.


Ese proceso se dio en tres años. Fue fugaz pero intenso y devino en miles de combatientes armados y nutridas organizaciones de masas. A partir de allá la represión de un lado, y los errores políticos del otro se sucedieron con lo que ese movimiento quedó diezmado.


Álgunos de esos jóvenes, que resultaron sobrevivientes, o que exageraron la verdad acerca de su presunta participación en la resistencia de los "años de plomo", y que en algunos casos eran los hijs rebeldes de la oligarquía (lo que en principio no es bueno ni malo), lograron involucrarse en el funcionarado público desde 1983 en adelante.


Muchos de ellos justifican su nueva vida pasándole factura al resto de la sociedad por su indiferencia ante el terrorismo de estado.




Son los que un amigo ha irónicamente definido como "monto-monetarios", algo similar a los yuppies norteamericanos que recuerdan Woodstock, o la "izquierda caviar" francesa.


Lo que no han abandonado de su pasado es la soberbia, el creerse predestinados o elegidos, el creer que gozan de un bill de indemnidad.


Antes se consideraban artífices exclusivos del retorno de Perón, y futuros padres de la Revolución, hoy creen ser los padres de la democracia.


Los K en esta película poseían una actuación marginal. Su militancia en La Plata no fue demasiado conocida, su vida en Río Gallegos durante la dictadura estuvo dedicada a los negocios inmobiliarios (nadie cuestiona aquí su licitud), en base a instrumentos de la propia dictadura como la "Cirular 1050".


Desde el 2003 han hecho cosas positivas nadie lo niega:


Por ejemplo la política de derechos humanos. Respecto de eso, si bien nadie desconce el mérito de haberla puesto en práctica, no deja de ser un avance de la sociedad argentina que hoy no se atreve a cuestionar ni el mismísimo Mauricio Macri cuyo gobierno organiza "la carrera de Miguel" (sólo pueden cuestionarlo picapiedras marginales como Cecilia Pando y otros nostálgicos castrenses).


Otro hecho positivo es la apertura hacia Latinoamérica via Venezuela pero ¿ Qué otra alternativa quedaba en este contexto? ¿Quién salvo Uribe puede mantener en este marco internacional un alineamiento automático con Estados Unidos que no parece dispuesto o capaz de retribuirlo con nada?


En lo demás ha sido un gobierno conservador, que ha ayudado a concentrar aún mas la riqueza, pero que a diferencia de otros le tocó una etapa de crecimiento.


Pero Doña Rosa en su íntimo gorilismo cree que está frente a una mezcla de Evita y Chávez. Está de duelo porque desde el 2001 comprueba que sus antiguas ilusiones de clase media han sido destruídas.Pero no atina a descubrir que fueron polìtcas económicas llevadas desde la presidencia de Isabelita en adelante, pasando por la dictadura militar, y quiere creer que es culpa de los zurdos, de los peronistas, de una Evita morocha o de cualqueira de sus demonios o fantasmas. Está presa de una guerra de símbolos en donde la realidad permanece ausente.




En esa guerra de símbolos interviene Lilita Carrió apelando al gorilismo, y enfrentando al "régimen", algo así como la "tiranía" de los "libertadores", y no el régimen conservador al que acusaban los primeros radicales.




Del otro lado intervienen apólogos del gobierno al que califican de "nacional y popular" , acusando de "gorila" a todo aquel que exhiba un ápice de pensamiento crítico.




Pero la oligarquía no es mas "aquella" aunque sus prejuicios y sus lugares comunes revivan en todo este bloque de descontentos que se inicia en el campo y se proyecta a la zona norte de la Capital Federal, ni la JP ya no es J, y lo que mantiene de P, es el contenido conservador de mantener el poder a cualquier precio, y no la sensibilidad popular.




Doña Rosa igual piensa que los "negros" y los "zurdos" son culpables de su desgracia, y que alguno de esos está en el gobierno.




Nada mas alejado de la realidad:


¡No Doña Rosa! Los zurdos no le hicieron nada, los negros tampoco, mire arriba a la derecha, desde allí le fueron quitando las ilusiones y no se las van a devolver, porque usted está mas cerca de la villa de lo que cree, y allí en la Rosada no está Evita, sino una señora que se siente feliz al lado del Rey de España, o del mismísimo George W, y porque no de Hillary, pero que la realidad la obliga a cuestionar a Uribe, como lo obliga al mismísimo Nicolas Sarkozy que no creo que tenga nada de "zurdo".


Porque los "Monto-monetarios" nada tienen que ver con la Revolución, y viendo lo que le puede esperar si se hace la voluntad de la Rural o de la UIA (lo mismo da, ya que son ellos los que se están peleando mientras utilizan sus inapreciables servicios), puede repetir como Augusto Larreta ¡Que chucho Manucho!