domingo, mayo 04, 2008

Los adoquines,la playa y la pampa (lo que queda de mayo del 68 en la Argentina y el mundo)

Mayo del 68 en par{is y en otras partes fue y no fue una revolución.

No lo fue en el sentido en que se entendía hasta entonces, en el sentido de una "vanguardia proletaria" tomando materialmente el poder.

Lo fue en el primigenio sentido en que Marx entendá a las revoluciones, como contrucciones colectivas, como avances y retrocesos de las sociedades en pos de un objetivo de mejor sociedad.

Para toda una corriente de opinión que encuentra exponenetes a izquierda y derecha, el 68 fue nada, fue algo así como un delirio inconsistente, juvenil, y pequeño burgués.

Si así fuera cabe preguntarse por qué tanto empeño en denostarlo, en presentar, por ejemplo a Sarkozy como el anti-68, como el triunfo definitivo contra esa utopía.

Si esto fuera así, no se explica entonces por qué tanto empeño en demostrar esa insgnificancia.

Evidentemente significó y significa mucho.

En algunos sentidos, y saliéndonos del contexto hay cuestiones que han quedado desvirtuadas con el paso del tiempo.

Por ejemplo, poco se sabía de Mao y de la Revolución, por lo que pudo ser idealizada o malinterpretaeda.

Ahora bien, lo que no fue equivocada fue la aspiración crítica e inconformista, aquello de la autonomía frente a la sociedad, aquel rechazo por la sociedad de hombres unidimensionales.

Lo otro es la proyección del fenómeno, proyección que se dio hasta en nuestras costas.

Algunos argentinos "setentistas" (el equivalente al francés soisant huitard) estuvieron allí por esos días.

Allí estuvo Thomas Abraham, Julio Alsogaray (el sobrino rebelde de Álvaro),Marianne Erize, entre otros.

El Padre Mujica solía evocar el acontecimiento y el mismo Perón le prodigó sus elogios

Un año después aconteció entre nosotros el Cordobazo, y de allí en mas el proceso político que concluyó en el 73, y que fue sangrientamente reprimido por la Triple A primero, por la dictadura del 76 después.

Acá a diferencia de Europa corrió mucha sangre, y el proceso fue mucho menos libertario.

Hasta nosotros llega su filosofía, su evocación del desencanto, y y también los que podrían identificarse con Hardemberg, el personaje de la película que le da título a este blog, los exitosos del sistema, de los que mucho hemos hablado.

Una de las tantas consignas de Mayo del 68 rezaba que "debajo de los adoquines está la playa".

El sistema ha sabido absorber lo bonito de aquel movimiento, convertirlo en artículo de consumo y generar un conformismo alrededor de lo "políticamente correcto" como forma de obturar la visión de la injustica de base del sitema que es cada vez peor.

Debajo de los adoquines sigue estando la playa y entre nosotros la pampa, sólo que algunos no pueden disfrutarlas no a causa de la falta de imaginación precisamente, sino urgidos por necesidades básicas insatisfechas.

Entre tanto sería bueno que la imaginación cree poder para resistir una vez mas contra el imaginatiivo poder del sistema.

Algo de eso va sucediendo en Latinoamérica, hasta en el anteayer inconmovible Paraguay, así Europa parezca cada vez mas mirar hacia a derecha

Será por eso que Ismael Serrano le pide a su padre que "le cuente otra vez" en el video que sigue, porque todavía hay mucho por aprender.