sábado, abril 07, 2007

La marca de la gorra (acerca de lo sucedido en Neuquén con el asesinato del docente Carlos Fuentealba)


No hay nada mas parecido a un fascista que un liberal ausutado Bertold Brecht

Hay hechos y hechos, pero algunos se convierten en determinantes.

En esta página ya nos hemos pronunciado respecto de la cuota de oportunismo que advertimos en el aumento salarial decidido por el Ministro Filmus, y sus coletazos en Provincias como las de Buenos Aires.

Pero echarle la culpa al oportunismo de Filmus del accionar criminal de la policía de Sobsich es ya un exceso inadmisible.

Decimos ésto porque eso es justamente lo que hicieron tanto Ricardo López Murphy como Elisa Carrió al tomar conocimiento de lo sucedido en Neuquén.

Ni que hablar de lo expresado por los Ingenieros Blumberg que ya exime de mayores comentarios, o del oportuno apartamiento de Macri.

Digamos que los dos primeros comentarios se alinean en una suerte de elitismo "pseudo moralista" (Carrió), o "tecnocrático" (López Murphy), mientras que el segundo se alinea de manera mas vulgar en el "doña rosismo" ( Blumberg).

Veamos que dijo cada uno:
1) Carrió dijo:“Un ministro en campaña y la docencia abandonada, un gobernador en campaña y un docente en gravísimo estado por la represión policial es a lo que nos llevó la mentira de Kirchner”.

El ministro en campaña se puede decir que actuó "demagógicamente", pero ese tema mas el de la docencia abandonada es el que motiva el reclamo, el "gobernador en campaña" es el que desató la represión policial, y la represión policial no surge de ninguna mentira dicha por nadie (Kirchner o cualquier otro), sino de una orden de ese gobernador que actúa de la forma que actuó frente a la protesta social, teniendo en cuenta probablemente la complacencia de su propio electorado.

Entonces no se trata acá de demostrar como el gobierno nacional llevaría a la muerte de un docente sino de repudiar la represión que llevó a la muerte de ese docente y a quien la ordenó, lo demás es tanto como trivializar el tema.

El diputado Maccaluse anticipa la interpelación de los Ministros Fernández y Filmus agregando que “Nueve provincias no empezaron las clases y lo que el Gobierno no quiere resolver con dinero, lo quiere resolver con gases lacrimógenos

Es una posición levemente distinta a la de su Jefa política, pero debe acreditar las eventuales responsabilidades del Gobierno Nacional en la represión desatada, por ahora la única responsabilidad que queda clara es la de Sobisch, mas allá de las imputaciones de "demagogia" o "irresponsabilidad" que se pretendan efectuar al Ejecutivo de la Nación.

2) Lo del Ingeniero Blumberg es especialmente lamentable. Dijo lo siguiente:“Primero, creo que lo grave es que se corten las rutas. Las rutas no se pueden cortar. Pero de ahí
a reprimir... Pero quiero leer mejor la información antes de opinar"

O sea lo grave es cortar las rutas. Lo de matar es una consecuencia menor. Agrega mas adelante:“Hay que respetar al otro. No cortar rutas. Todo eso tiene que estar en un marco del respeto al otro y que en una mesa de diálogo se encuentren las soluciones. Cuando se entra a cortar, los hechos son peores”

Falta que diga ¡Se la buscaron!. Blumberg cuando organiza marchas, ejerciendo el derecho constitucional a peticionar a las autoridades, como lo hacen los docentes "no corta rutas", y la única muerte injusta por la que hay que pedir justicia es la de su hijo Axel.

Lo ratifica con esta otra afirmación: “Todo esto es producto del aumento en las provincias, porque quieren tener un candidato que es ministro de Educación. El gobierno nacional no puede meterse en las arcas de los gobiernos provinciales. Ojo, todos queremos que los docentes ganen más”


O sea los docentes tienen que ganar lo que ganan, los desocupados eternizarse en esa situación, los pobres seguir siendo pobres, y no armar lío, mucho menos cortar el tránsito. y menos aún perturbar a los que pretenden disfrutar del fin de semana largo.


Para confirmar el pensamiento profundo ( lo de pensamiento es quizás un exceso) del Ingeniero Blumberg habría que analizar lo que dijo cuando se lo consultó respecto a si Sobisch debía renunciar :" tendría que renunciar otra gente que ha hecho cosas terribles. Como Arslanian o Solá, que dejan que muera gente todos los días. ¡No tienen vergüenza! ¡¡Esos tendrían que renunciar, porque no protegen la vida de los ciudadanos!!"


Para Blumberg entonces es responsable el Estado por las muertes que se producen a manos de marginales en ocasión de robo, pero no lo es el Estado cuando mata directamente como fruto de la represión. En este último caso es a lo sumo un "accidente".


O sea: el "doñarosismo" procesista en su mas plena expresión.


3) Veamos qué es lo que dice López Murphy. Respecto de Sobusch que : “El ejerce la gobernación, está hace ocho años, por lo que no hay excusas”, y mas adelante agrega que : “Si en Cromañón le cargamos la responsabilidad a Ibarra –y creo que estuvo bien–, la responsabilidad es del máximo responsable. ¿A quién se la vamos a adjudicar?”, lo que significa que el "Bulldog", se colocó a la izquierda de Blumberg y de Carrió por milagroso que parezca.

Como buen partidario del "orden" agrega mas adelante:“Hay siempre situaciones difíciles, donde las fuerzas de seguridad deben encauzar las manifestaciones. Para eso se requiere que se entrene a las fuerzas para que no cometan excesos o atrocidades. Aquí hubo, en ese sentido, un hecho gravísimo, muy desgraciado, que revela que no se las ha administrado correctamente”.

Le reprocha por lo visto López Murphy al gobernador neuquino ineficacia represiva, o en la "administración de la represión". Lo ratifica con éstas palabras: “Con los antecedentes que había ahí desde hace diez años, habría que haber tomado precauciones”, obiviamente refiriéndose al asesinato de Teresa Rodríguez.

Por supuesto que no deja de reprochar al gobierno nacional el haber desatado el conflicto en estos términos:“Creo que el ministro (Filmus) hizo un anuncio por demás desgraciado, con una cifra que nadie entiende qué significa en cada provincia. Eso generó una situación conflictiva"

Mas allá de quien lo haya anunciado, parece que la responsabilidad de Filmus es haber"levantado la perdiz", ya que nadie se ha puesto a discutir si el reclamo es legítmo o no, de probable o improbable satisfacción.

4) En este contexto el Gobierno Nacional por boca del Presidente se expresa en éstos términos:"A nosotros nos parece que la manera de actuar siempre debe ser en base a la persuasión y la disuasión. Por eso siempre hemos puesto frente a estas movilizaciones a la policía desarmada como una forma de prevenir”, consideró el mandatario. Y concluyó: “Repudiamos estos hechos más allá de cualquier ideología y abogamos por una convivencia ciudadana en forma pacífica”.

Afirmaciones de ese calibre por parte del titular del Ejecutivo Nacional, que se pueden en este caso compartir en un cien por ciento, podrían hacer suponer que lo que sigue es una intervención federal a la Provincia de Neuquén, lo que es desmentido por el Ministro del Interior, Anìbal Fernández en estos términos:“Lo que sí se puede hacer con los gobernadores con los que tengo afinidad, y en esto no tiene que ver el color político, es colaborar y, eventualmente, cuando nos solicitan algún tipo de acción, aportarle lo que podemos hacer”.

O sea, el Gobierno Nacional no va a intervenir, porque ello implicaría adoptar un decisión asumiendo los eventuales costos, riesgo que evidentemente no se quiere correr.

4) Como observamos la discusión que se da en la clase política es como administrar el conflicto social si con palos o con zanahorias.

Unos con la saturación policial, con anuncios y traslado del conflicto hacia los niveles locales, y con la privatización de la represión, como es el caso de los patoteros del Hospital Francés, o de los "indignados" comerciantes de Colón frente a los asambleístas.

Los otros, ensayando si la represión tiene consenso, y si so pretexto de la "inseguridad" se puede reprimir el conflicto social con el beneplácito de Doña Rosa.

Mientras tanto el titular de la CTA Hugo Yasky puso la cuestión en estos términos: “Hay que apuntalar el proceso de distribución de la riqueza incipiente, que está costando mucha lucha. Si este crimen llegara a quedar impune, sería aceptar que los reclamos salariales pueden terminar con un asesinato"

Esto último también lo destaca el periodista José María Pasquini Durán en una editorial del diario Página12.,que taambién señala que el conflicto de Neúquén estaba prácticamente resuelto, por lo que la acción de Sobisch fue calculada y destinada a producir un efecto político.

No discutir eso que produce el conflicto social, o sea ¿Cuánta riqueza se genera? ¿Cómo se distribuye? ¿Cómo debiera distribuirse? es discutir si el conflicto que genera el no reparto se administra con palos o zanahorias, y es allí donde a muchos políticos presuntamente democráticos se les empieza a ver "la marca de la gorra"