viernes, febrero 19, 2010

Con Ariel Ramírez se fueron en pocos meses todos los que hicieron Mujeres Argentinas

El blog Tirando al Medio recuerda algo al homenajear a Ariel Ramírez que yo venía recordando antes de escribir esta nota, pero que voy a completar.

Lanata tuvo dos históricas entrevistas con Charly Gacía, en ambas se produjeron chisporroteos cuando Lanata se puso en "crítico de arte" sin saber de lo  estaba hablando.

La segunda en el programa "La Luna" fue mas tranquila que la primera.

En esa oportunidad la desavenencia se produjo cuando Lanata le dijo algo asó como "no me bando el folklore tipo Ariel Ramírez etc", a lo Charly le devolvió un silencio y una mirada de esas que cortan el aire tras lo cual agregó "Sin embargo si lo escuchás bien ves que todas las notas están en su lugar".

Parece que Lanata no sabía que Ramírez y García se admiraban mutuamente, admiración que heredó Facundo, hijo del primero que siempre le aconsejó sin éxito a Charly que grabar un disco de "solo piano".

Ramírez es algo así como Los Beatles. Sinatra,Pugliese o Louis Armstrong, un autor de canciones eternas que permanecerán para siempre entre nosotros.

Algunas son especialmente inolvidables.

Recuerdo por ejemplo una versión de "La tonada del viejo amor" con la guitarra de Falú, las voces de Los Fronterizos y la poesía de Jaime Dávalos con aquello de "tu pelo suelto en el viento como un torrente de trigo y luz". Esa aliteración, tan musical en sí misma de la letra acompañada por la melodía o quizás al revés, ya que Ariel Ramírez contaba que primero se le ocurría la música y luego le agregaban la letra se completaba con un intemezzo instrumental, un muy ajustado contrapunto entre su piano y la guitarra de Falú.

Sencillo y preciso, sutil y concreto, clásico y moderno, era un verdadero hombre de la síntesis, como entre los Beatles era por ejemplo George Harrison, aunque Ariel con mas conocimientos musicales.

Así era por ejemplo "el nacimiento del charango", un guayno compuesto para el lucimiento de Jaime Torres con el acompañamiento percusivo de Domingo Cura. El tocaba una escala pentatónica con la que marcaba la melodía mientras Torres desplegaba todo su arte.

Pero lo que seguramente nunca se va olvidar son sus colaboraciones con Félix Luna.

La romántica Zamba de Usted es el fruto de una de esas colaboraciones, pero lo son también Navidad Nuestra, Los Caudillos, la Cantata Sudamericana, y sobre todo, Mujeres Argentinas.

Ese es justamente la obra que tanto admiraba Charly García a punto tal de ambicionar que "su" "Alta Fidelidad" grabado con Mercedes Sosa fuera "su" Mujeres Argentinas.

El inicio con el clavecin y Gringa Chaqueña, Rosarito Vera, o, sobre todo, Juana Azurduy y Alfonsina y el Mar, ambas escritas a medida para Mercedes Sosa, son canciones imperdibles.

Lo es Alfonsina con un inicio a "capella", la tristeza de su música y poesía y lo es Juana Azurduy tan fuerte y combativa como la "amazona de la libertad", tan identficada con Mercedes Sosa que llegó a interpretarla en el cine.

La otra colaboración del trío Ramírez, Luna, Sosa, fue la "Cantata Sudamericana" con "Es ´Sudamérica mi voz", "Antigüos Dueños de las Flechas", ams conocida como "Indio Toba" y una hermosa canción llamada "Un sudamericano en Nueva York" en donde se lucen tanta la voz de Mercedes como el piano de Ariel.

Paradojas de la vida en pocos meses se fueron los tres:

Mercedes Sosa primero, Félix Luna, el historiador "vulgar" , luego reconocido por los que lo atacaban, y el poeta y letrista tan notable, ahora Ariel Ramírez, el otro conservador moderno, el clásico y audaz.

Que se vayan puede ser una ley de la vida, pero inmediatamente surge una pregunta ¿Hay herederos?

Tiene que haberlos, sino deberemos decir con tristeza que los milicos en esta área de la cultura habrían triunfado