miércoles, abril 21, 2010

El Asesor Clousseau


El tema es conocido, por lo que no voy a relatar los hechos vertidos en sendas conferencias de prensa: Una del Ministro Boudu y otra del diputado Claudio Lozano:

El diputado Lozano acusó al Gobierno Nacional de promover una "operación de inteligencia" dirigida en su contra al difundir el episodio en el que fuera hallado su asesor Roberto Larosa ingresando al Ministerio de Economía, concretamente a la oficina del Subsecretario de Presupuesto Rigo munido de una lupa dos linternas y otros elementos aparentemente destinados a "espiar" documentos.

Agrega que esta operación se originaría en una denuncia que presentara Lozano haciendo saber los presuntos vínculos de la Consultora Arcadia que se va a encargar del canje de deuda con Boudu.

A su vez el Ministro Boudu, muestra las imágenes obtenidas en el interior del Ministerio en donde se observa a Larosa ingresando a la oficina de Rigo.

Todo esto se completa con poco felices declaraciones de Pino Solanas acusando al Gobierno de "fascista" por las acusaciones a Larosa y Lozano.

Primera cuestión:

La banalización del término "fascista" está a la orden del día, con cualquier sentido y ante cualquier situación.

Ha sido utilizado por todos , incluidos partidarios del Gobierno, pero quien ha batido records en el empleo banal e irresponsable de ese término ha sido Elisa Carrió.

En el país de los 30000 desaparecidos hablar irresponsablemente de fascismo es casi imperdonable.

El fascismo es un movimiento originado en Italia, y casi inexplicable fuera de ese país. Se inscribe en esa categoría a una serie de dictaduras de derecha anticomunistas (este es el principal rasgo de todas estas expresiones) que no son todas iguales.

Al respecto decía León Trotsky:"¿Qué es el fascismo? El término se originó en Italia. ¿Fueron fascistas todas las formas de dictadura contra­rrevolucionaria (es decir, antes del advenimiento del fascismo en Italia)? La Comintern llama dictadura fascista a la ex dicta­dura de Primo de Rivera en España. ¿Es correcto? Creemos que no.


El movimiento fascista italiano fue un movimiento espontáneo de grandes masas, con nuevos dirigentes surgidos de la base. Es de origen plebeyo y está dirigi­do y financiado por las grandes potencias capitalistas. Se formó en la pequeña burguesía, en el lumpenproletariado y hasta cierto punto también en las masas proletarias; Mussolini, un ex-socialista, es un self-made man producto de este movimiento.


Primo de Rivera era un aristócrata. Ocupaba un alto cargo militar y burocrático y fue gobernador en jefe de Cataluña. Llevó a cabo el golpe con la colaboración de fuerzas estatales y militares. Las dictaduras de Es­paña e Italia son dos formas totalmente distintas de dictadura. Hay que diferenciarlas bien. Mussolini tuvo dificultades para reconciliar a muchas viejas instituciones militares con las milicias fascistas. Este problema no existió para Primo de Rivera.


El movimiento alemán se parece fundamentalmente al italiano. Es un movimiento de masas, cuyos dirigen­tes emplean una buena cantidad de demagogia socia­lista, la cual es necesaria para la formación de un movimiento de masas.


La base genuina es la pequeña burguesía. En Italia cuenta en gran medida con esa base: la pequeña burguesía de la ciudad y el campo y el cam­pesinado. También en Alemania existe una buena base para el fascismo"
Esta definición está básicamente centrada en la realidad europea.

Luego, a las diversas dictaduras militares latinomaericanas de origen aristocratizante, también se las caracterizó como "fascismo" mas como una metáfora con mucho de emotivo aunque técnicamente no lo fueran.

De todas formas digamos que existen tres rasgos comunes a todos estos regímenes:

1) El anticomunismo, que se traslada al anti toda expresión popular, poniendo a la Nación por encima todo eso y fundamentalmente de los intereses en pugna. Los militares argentinos, por ejemplo demostraban su "nacionalismo" en temas como Malvinas, o el Canal de Beagle, mientras entregaban el país al extranjero. Cuando se cuestionaba su política de exterminio aludían a una "campaña antiargentina": No se trata de la Nación como opuesta al colonialismo o al imperialismo, sino como opuesta a toda influencia "extranjera" crítica.

2) El segundo rasgo es el "anti liberal" no como contrario a los planes económicos neo liberales ( que generalmente han adoptado), sino como opuesto a toda forma parlamentaria, crítica. Eso incluye el desprecio y la crítica hacia el "sufragio". El fascismo siempre es "religioso", pone a la "religión" por encima de las "ideologías" que deben ser suprimidas en razón de ello.

3) El tercer rasgo es el autoritarismo y la violencia política llevadas a un extremo. En nuestro caso la dictadura militar es elocuente al respecto. La saga violenta de torturas, desapariciones, asesinatos etc, es constitutiva del régimen.

Es una barbaridad hablar de "fascismo" tanto en su sentido amplio como "restringido" en este caso, mucho mas con un gobierno que no ha reprimido, y que ha llevado a cabo el postergado proceso de Verdad y justicia contra los crímenes de lesa humanidad de la dictadura militar.

La denominación  de "Fascista" no le cabe siquiera a Ménem, por mas repugnante que nos resulte, y aún a pesar de contar en circunstancias con muertos derivados de hechos represivos.

Esta es la línea propagandística de Washington contra todos los gobiernos como el Venezolano que no comparten su lógica. No por casualidad Carrió se involucra en esa calificación.

* * *
En otro orden de cosas, cabe decir que la denuncia de Lozano respecto de la Consultora Arcadia es un hecho independiente del de Larosa en el Ministerio de Economía.

Ambas cosas deben ser investigadas, pero en cuanto a Lozano se lo advierte defendiendo lo indefendible respecto del episodio de Larosa.

Quien haya trabajado en la Administración Pública (o en cualquier lado), sabe que cuando ya no trabaja mas allí no cuenta con llaves para ingresar a algún despacho.

Si Larosa tenía una llave en su poder ¿Quien se la facilitó? ¿Que hacía en el despacho de Rigo?

Los números del Presupuesto son públicos, y cualquier inconsistencia puede ser advertida inmediatamente, mas por un experto en el tema como Lozano, sin necesidad de estas escenas inexplicables dignas de una vieja película de Peter Sellers interpretando al Inspector Clousseau.

Podemos tener diferencias con Lozano, pero no lo consideramos en la vereda de enfrente.

Que compañeros valiosos se pongan a defender lo indefendible, llegando incluso al grotesco no es un hecho que da para la carcajada fácil, sino una pena