Recta Final (sobre la campaña electoral para Jefe de Gobierno en la Ciudad de Buenos Aires)

Estamos en la última semana de campaña electoral, por lo que cabe decir algo antes que callar para siempre.

La soporífera campaña comenzó a adquirir cierto color recién ahora que está terminando, especialmente después del debate de los tres candidatos con mas chances en el programa "A dos voces" del canal TN.

Estuvieron en el programa los candidatos que según las encuestas, y de acuerdo al trabajo de "instalación" que también realizan los medios poseen mas chances.

Brevemente podemos decir que allí tenemos dos candidatos que en esta coyuntura representan dos sectores de la corporación política (Filmus y Telerman), y uno que representa a la "corporación económica sin ninguna clase de mediaciones (Macri).

De lo que se pudo observar, la corporación política aparecía dividida con Filmus tratando de obtener votos a expensas de Telerman. Ambos candidatos cuentan con importantes "fantasmas" por detrás.


En el caso de Filmus los de Kirchner, y sobre todo del Ex Jefe de Gobierno Aníbal Ibarra, en el caso de Telerman el de Lilita Carrió, y no se sabe de los tradicionales popes de la corporación política como Duhalde o Alfonsín.


En este juego Macri logra el tipo de campaña electoral que mas le conviene. Se muestra propositivo, y de a ratos hasta "progresista" y "políticamente correcto", evita cualquier mención a su papá y a su grupo económico, y se postula desde la "antipolítca" como una especie de Fujimori que ataca la "ineficiencia" populista.


La palea se traslada entonces a los dos candidatos del "centro", o sea Telerman y Filmus, que deciden diferir el conflicto con Macri para la segunda vuelta.

Así planteado Macri se coloca en el lugar de la "antipolìtica". y deja que la "política" dirima su interna.

La interna de la política se dirime entre el Kirchnerismo con el aditamento Ibarrista, y el Telermanismo con el aditamento de Carrió.

El voto que disputan ambas opciones de "centro", el pretendido voto progresista se plantea en el tradicional conflicto entre un supuesto "populismo" y un supuesto "institucionalismo republicano".

Parece todo indicar que en la alianza Carrió Telerman, ambos resultaron perdidosos, ya que las presencias de unos u otros no convencen ni a los que reclaman transparencia, ni a los que demandan progresismo, mientras que el "orden" parece buscarse por el lado de Macri y no de Olivera.

Del otro lado Macri ataca a la "política" desde el lado de la "eficiencia" y ataca al "clientelismo" dado que ello impedirìa que el Estado cumpla adecuadamente sus funciones. El diagnóstico es "justo" y "políticamente correcto", y hasta constituye una bandera progresista.Lástima que es Macri, el empresario prebendario y corrupto, beneficiario y fagocitador del Estado el que lo dice.

¿Que hay por fuera de ésto?

Hay según las encuestas dos opciones con posibilidades ciertas de llegar en cuarto lugar.

De un lado Claudio Lozano, representante del CTA que hasta el momento había ingresado en la Cámara de Diputados en una amplia coalición anti Macrista, que consagró la fórmula Ibarra Telerman.

La pertenencia al CTA de Lozano lo coloca con un pie en el movimiento social, las alianzas tejidas en el pasado lo ubican como un desgajamiento del amplio centro hoy dividido que antes constituían Ibarra y Telerman juntos.

Es interesante que en esta opotunidad Lozano se comience a plantear como alternativa al sistema polítco tradicional.De todas formas habrá que ver si el elctorado puede verlo como una alternativa o como un desgajamiento.

Del otro lado Patricia Walsh, aparece mas como una candidata de la izquierda tradicional con rasgos leninistas. Tiene como ventaja el no poder ser vinculada con las opciones de la política tradicional, pero ofrece como desventaja el hecho de mantener un discurso lejano a los oídos de la sociedad.

Así presentada las cosas se advierte que lo que no parece reflejar la contienda del Domingo es el substracto social en el que se desarrolla. No sólo se elige Jefe de Gobierno, también se eligen legisladores. Sería bueno preguntarse por la utilidad de las elecciones, tal como se presentan, y por la forma en que elegimos.

Lo que es seguro que sea cual fuera el resultado de las mismas, tanto este domingo como en segunda vuelta, nadie va a bailar en las calles.