Ya hablamos del fin de año de 1983.
El 10 de Diciembre asumió Raúl Alfonsín. En su discurso inicial dedicó una gentileza a la izquierda ratificando la consigna que coreaba una parte de la concurrencia al decir que "un pueblo unido jamás será vencido".
Las calles volvían a ser ocupadas tras el levantamiento del estado de sitio, y ya desde los primeros momentos Pacho O´Donnel desde la Secretaría de Cultura comenzó a apelar a un recurso que luego se hizo tradicional; "el megaevento gratuito".
Charly García cerraba el año en el Estadio de Ferro Carril Oeste cantando aquella irónica canción "No bombardeen Buenos Aires".
Antes de terminar el año se sancionaron las reformas al Código de Justicia Militar, que si bien estipulaba que la segunda instancia de las causas seguidas a los militares correspondía a la Justicia Federal en lo Penal, mantenía el juzgamiento original en el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas.
Esto ultimo fue duramente criticado por los organismos de derechos humanos.
Había esperanza, pero era módica. No era comparable a lo sucedido diez años atrás.
Esa fue quizás el último fin de año esperanzado.
Luego las fiestas continuaron apagándose, a caballo de las sucesivas crisis económicas, pero algunos fines de año fueron especialmente significativos.
Una navidad, la de 1987, moría Luca Prodan, próximo a Federico Moura y Miguel Abuelo, tres puntales de la explosión del pop inteligente que supo ser la banda de sonido de esos años
El comienzo de año de 1988 encontró al General Dante Caridi, entonces comandante del ejército planificando una estrategia para evitar el ascendiente del entonces arrestado Teniente Coronel Aldo Rico entre sus camaradas de armas.
Rico que cumplía arresto domiciliario en razón del movimiento sedicioso de Semana Santa del 87, se escapó del country Los Fresnos y se dirigió al regimiento de Monte Caseros,Corrientes.
Esa patética sublevación, concluyó con dos históricas frases de Rico:
"Soy descendiente de catalanes y asturianos y esa mezcla nunca se rinde", y "la duda es la jactancia de los intelectuales".
Cerca de la Navidad de 1988, mas concretamente el 3 de Diciembre, el entonces Coronel Mohamed Alí Seineldín sublevó al batallón de Villa Martelli.
Soda Estereo daba un recital en Obras en donde aludía a la situación modificando una de las letras de sus canciones.
En este caso hubo participación popular repudiando el alzamiento, pero el olor a frustración y las concesiones arrancadas por los uniformados en materia de derechos humanos se hacían sentir, sin descontar el posterior ascenso político del payasesco y fascistoide Aldo Rico.
Fue especialmente recordable la navidad y el fin de año de 1988/89, por otros motivos.
La campaña electoral estaba desatada, y Menem ya se perfilaba como el ganador de las futuras elecciones.
El proceso hiper-inflacionario, desatado por los empresarios, y los saqueos a comercios concluían con el Gobierno de Alfonsín.
El sadismo de fin de año se hizo sentir nuevamente. Al terror físico, lo sucedía el terror económico. La clase dominante así imponía sus designios a todo futuro gobierno constitucional.
La copa ese año no se alzó con esperanza. Pocos días después aconteció el inútil y desesperado copamiento del Cuartel de la Tablada. Un canto del cisne extemporáneo de una parte de lo que supo ser la izquierda revolucionaria de los años 70.
Para recordar esos años se ilustra este post con la versión que hicieran Luca Prodan y Sumo de la canción navideña Noche de Paz, que figura como música de fondo de un video de Green peace
No hay comentarios.:
Publicar un comentario