sábado, julio 05, 2008

El Parlamento,los parlamentos

El siempre denostado Congreso de la Nación, puede llegar a ser la instancia idónea para resolver una nueva crisis de la Argentina.


Todos los actores comprendidos en el conflicto del campo han aceptado lo que en definitiva constituye una mediación, de manera similar a lo que sucedió en el 2001 tras la caída de De la Rùa, cuando la sociedad pedía aparentemente "¡ Que se vayan todos !", pero le encomendaba a esos "todos", en definitiva, la solución del entuerto.

Esto remite a una antigua propuesta de Eugenio Raúl Zaffaroni,quien opina que buena parte del problema institucional de la Argentina (no necesariamente el ecnómico-social) se solucionaría adoptando el parlamentarismo como régimen.

Pero, igual que en el 2001, manipulados o no, hizo falta que determinados sectores deliberaran en las calles, para que el Congreso finalmente se comporte (está por verse si lo hace ésta vez) como "caja de resonancia".


Ni bien se abre el debate, aún dentro del oficialismo, se advierte que los matices y las aristas que posee el tema son muchas, por lo que hay mucho lugar para la tibieza, ya que la épica a lo ùnico que responde es una suerte de campaña electoral permanente que atravieza por todos lados a la caja boba.

Antes de salir corriendo a batir una cacerola, o un supuesto bombo "nacional y popular", conviene que nos sentemos a leer la partitura y a ensayarla.

Por ejemplo,mientras los cortes de ruta se multiplicaban, las góndolas se vaciaban, y el griterío se volvía ensordecedor, los pools de siembra seguían haciendo negocios con retenciones en la práctica al 22% (ni al 27, ni al 35, ni al 45)

Como dirían los italianos "el circo está en Roma, los negocios están en Milán), por lo que sería bueno que dejemos de ir en procesión a Roma, y que desviemos la mirada hacia Milán.



El circo se completa con carpas, toros, pingüinos inflables, y partiditos de rugby entre kichneristas y "los del campo", todo ello como una poderosa nube de humo que encubre los debates que se están dando dentro de las comisiones y en el recinto.

De todas formas el oficialismo exhibe un debate que denota una importante gama de matices, matices que pretenden ser ahogados con el enfático discurso del Ex presidente Kirchner, que echa a la vereda de la "oligarquìa" a todos los diputados que no voten a "libro cerrado" el Decreto 125/08 que estableciò las retenciones mòviles y las aumentò al 45%.

El ex mandatario apela en su discurso omnipresente a elementos del folklore peronista, y los contrarios a su posiciòn, pueden ser tanto la Uniòn Democràtica, como los gorilas del 55, o los golpistas del 76.

El Gobierno de su esposa, sin embargo, no es el de De la Rùa, ni el de Alfonsín en el 89, para temer posibles "desestabilizciones". La apelación es extorsiva, y oculta el debate que debe darse.

Del otro lado, cierta oposiciòn apela al folklore "gorila", como si enfrente estuviese Evita, o Chávez. Sabemos que para cierto sector social cualquier límite a su voracidad insaciable es siempre un signo de "totalitarismo marxista".

No vamos a comentar todo el desarollo del circo campamentista que banalizó un recurso en su momento creativo y efectivo como lo fue la "carpa blanca" docente, ni tampoco las poco felices declaraciones de Hebe de Bonafini llamando a la represión de los "ruralistas".

Lo cierto y verdad es que esta mini crisis del campo parece haber llamado la atención sobre una forma de hacer política que se torna insoportable para vastos sectores.

Y amén de lo que se debate son las formas las que también se encuentran cuestionadas.

Comienza a hartar un parlamento que actíe como escribanía del gobierno de turno, campañas electorales permanentes que oponen unas figuras a otras, y que no ponen en juego proyectos e ideas. Cansa el debate opacado por las operaciones de prensa y el triste papel de los medios en todo este juego.

Comienzan a hartar los falsos discursos extorsivos que plantean falsas líneas divisorias, y que dividen a la sociedad en forma binaria de acuerdo al interés de quien realiza esos planteos.

Comienza a hartar esa falsa idea de lo "nacional y popular".

El bloque de los poderosos no está todo con el campo. Para quien tenga lugar a dudas que lea aquí las enfervorizadas declaraciones de Franco Macri a favor del gobierno.Es obvio que el debate no es entre "pobres y ricos", sino entre distintas formas de hacer negocios.

Es falso que en la otra vereda estèn los que están en contra de cierto autoritarismo. Allí ha decidido alinearse Cecilia Pando.

También está el Señor Urquía dando vueltas entre su interés "agrario" y los suculentos negocios que ha realizado con el gobierno.

La sociedad contempla estática el espectáculo. ¿Será a causa de una actitud reflexiva? Veremos