viernes, junio 25, 2010

Lo que pasó en el puente (a 8 años del asesinato de kosteki y Santillán)


La masacre de Puente Avellaneda fue un parte aguas en esta sociedad.

Parece relativamente fácil analizarla desde hoy, pero sería bueno recordar aquellos momentos inciertos en los que la opinión pública pretendía ser ganada, como se sigue pretendiendo hoy en día, para el "mano durismo".

Al correr de las horas la verdad se reveló incontrastable, pero pasaron días, para que la "opinión pública" aún la pretendidamente "progresista" se rindiese ante la evidencia y aceptara que lo que había sucedido era un asesinato,o mejor dicho dos.

¿Que había sucedido?

Estábamos en pleno 2002, en plena crisis. Lavagna había asumido el Ministerio de Economía y no encontraba colaboradores, ya que por curioso que pudiera  parecer hoy, nadie ambicionaba ocupar lugares en el otrora "Superministerio" en aquellos días de "Que se vayan todos".

Las marchas de desocupados eran convocadas con una frecuencia casi diaria, y algunas voces mediáticas como las de "Daniel Haddad" buscaban predisponer a los sectores medios a favor de la represión de los mas humildes.

Los "piqueteros duros" habían decidido ocupar el Puenta Avellaneda en reclamo de planes de trabajo.

El Gobierno Nacional de Duhalde y el Provincial de Felipe Solá parecían no querer tolerar que se interrumpiera la circulación en el Puente que une el Municipio de Avellaneda con la Capital Federal como forma de reforzar una autoridad cuestionada.

Y se sabe que cuando a la policía brava aún discípula de Ramón Camps y de Ramón Falcón, le piden que "desaloje el puente" sin dar mas detalles, lo que interpretan es siempre para el lado de la sangre

Había avanzado la tarde y la voz corrió. Se decía que dos manifestantes habían muerto como fruto de los "enfrentamientos" entre ellos y la policía provincial.

Llegando la Noche el Comisario Franchiotti daba una conferencia de prensa para mentir acerca de lo sucedio. Alguien se acercó indignado y le propinó un contundente golpe con una manopla, inmediatametne condenado por los periodistas de los principales medios informativos.

Lo que no se sabía es que, a la vista de muchos, Franchiotti había sido el autor material de los asesinatos, y el agresor indignado lo había hecho ante la impotencia que sentía al escuchar las palabras vertidas por el asesino de uniforme..

Haddad principalmente, y no sólo Haddad, durante los días siguientes, mostraban a manifetsantes con el rostro cubierto y con "palos de tres puntas" como si eso justificara todo.

Un fotógrafo de las Madres de Plaza de Mayo reveló la verdad que hoy sabemos.

Todo lo anterior motiva varias reflexiones.

Lo primero es que en aquel momento hasta hubo "Doñas Rosas" que justificaban el accionar policial so pretexto de "la violencia", el "derecho a circular" y otros lugares comunes.

Se quería acusar a las víctimas a propósito de los "tridentes" y de las "capuchas", como si el policía asesino ( en este caso autor intelectual y material) hubiese actuado en una suerte de legítma defensa.

Luego al quedar todo mas claro (a pesar de los vaivenes en aquellos momentos todavía había quien cantaba "piquete y cacerola la lucha es una sola), se pudo advertir claramente de que se trataba y la consecuencia inmediata fue que el Gobierno provisional de Duhalde no tuvo mas márgen para prolongar ese mandato provisorio. La convocatoria a elecciones fue inmediata.

La represión no servía para administrar el conflcto social. Eso quedó claro, y fue Kirchner, quien mas que nadie tomó nota de ello.

Las estrategias desde ese momento fueron otras y así se pudo comprobar en muchos y muy importanes conflictos.

Gualeguaychú, Kraft por nombrar un par de los mas ríspidos fueron resueltos por la vía política, así como toda la problemática vinculada a la pobreza y la marginalidad.

Cierta derecha cavernaria ha, sin embargo, demandado "palos" durante todos estos años con su acostumbrada falta de imaginación. Son prueba de ello. Macri, Blumberg, De Narváez, y el "Grupo A" en general.

Los muertos, que los hubo, como Carlos Fuentealba, corrieron por cuenta de algunas policías provinciales, que también cargan en su mochila, muertos como producto del "gatillo fácil" como es el nunca esclarecido caso del adolescente Luciano Aurruga ( de quien no se sabe cual ha sido su destino) o del reciente episodio de Bariloche.

La desigualdad, menos extrema, pero aún extrema no ha mermado, por lo que habrá que ver si se tensa la cuerda o si gradualmente la balanza se equilibra.

Es el desafió para los próximos años y el mejor homenaje a Darío y Maxi.