domingo, diciembre 30, 2007
Fines de año de fin de siglo y navidades del siglo XXI
El "siglo corto" según definición del historiador Eric Hosbawn terminó en verdad 11 años antes de lo previsto en 1989.
Para esa fecha cayó el muro de Berlín, o mas precisamente el 10 de Noviembre de 1989.
El fin de año de 1991 tuvo también una fuerte impronta internacional. Para la Navidad de ese año la Unión soviética dejaba formalmente de existir.
Estos cambios internacionales no fueron indiferentes en Argentina.
Un caudillo populista, surgido del peronismo, se sumaba al coro para inicial en el país un proceso privatizador sin precedentes.
Esas primeras navidades menemistas fueron significativas.
La de 1989, y la de 1990 estuvieron ambas atravesadas por el proceso hiperinflacionario que continuaba del gobierno anterior.
El último de los fines de año mencionados estuvo dominado por el plan Bonex de Erman González y la retención de los depósitos bancarios. Esta medida no desató las reacciones que años después desataría el "corralito". También ese fin de año se privatizó ENTEL tras una huelga en la que se produjeron cientos de despidos. La protagonista de ese suceso fue un emblema de la corrupción y de las políticas privatizadoras: María Julia Alsogaray.
Ya el fin de año de 1991 se produjo en medio del Plan de Convertibilidad con creciente desempleo y privatizaciones, pero bajo la hipnosis de la falsa equivalencia entre el peso y el dólar y con tarjetas de crédito gastando a destajo.
Los sucesivos fines de año de los 90 fueron similares. Gradual o vertiginosamente se perdían derechos y dignidad, se compraban espejitos de colores. Muchas veces se aprovechaban esas fechas para despedir trabajadores, privatizar, u otras lindezas, total después venía el verano. Y en el verano, se sabe, cada canal de TV destaca un cronista en la Terminal de Retiro para demostrar como "el país entero se va de vacaciones".
El fin de año de 1999 se inició con un nuevo gobierno. Fernando De la Rúa, secundado por Chacho Álvarez prometía "honestidad" pero dentro del mismo modelo.
No fue ése el mas significativo de los fines de año, sin embargo, de la última época. Hubo otro, todos sabemos por qué.
QUE SE VAYAN TODOS.
Hubo un fin de año en que el clásico sadismo de los poderes dominantes encontró un límite. Fue el fin de año del 2001.
El 1º de Noviembre del 2001, Domigo Cavallo, el otrora "mago de las finanzas" ordenó la retención de los depósitos bancarios en lo que se denominó el "corralito".
La sociedad hastiada se rebeló el 19 y 20 de Diciembre del 2001.
Se dice que el movimiento que se produjo por entonces no fue espontáneo, sino desatado por ciertos sectores del PJ y del radicalismo gobernante interesados en desplazar a Del Rúa y en reemplazar el modelo de especulación financiera por otro exportador.
Algo de eso hubo indudablemente, pero lo cierto es que los acontecimientos desbordaron a sus organizadores.
Se dijo que en el "que se vayan todos" había algo de cuestionamiento al status-quo, pero también algo de anti-política reaccionaria, e indudablemente ambas cosas eran ciertas.
Lo que si parecía indudable es que nuevas e ingeniosas formas de participación popular surgieron: el truque, las empresas recuperadas, las Asambleas vecinales, los piqueteros.
Haddad primero festejaba el "movimiento", luego se azoraba cuando observaba cómo se atacaba a venerables ancianos, representantes del poder económico como Alemann, a diversos popes de los medios de comunicación, y sobre todo a las mas diversas formas de la política tradicional que no había sabido estar a la altura de los acontecimientos.
La sociedad batía las cacerolas y estaba de duelo. Pudo haber sido un duelo reflexivo de muchas nocivas y frívolas ilusiones.
Ese fin de año se escuchó poca pirotecnia. Había tristeza, pero no era la tristeza de siempre. Era una tristeza que podía dar lugar a una búsqueda que es muchas veces mas importante que una esperanza.
Para ilustrar este post, lo hacemos con dos videos, uno de Gonzalo Moreno, y otro de Pino Solanas fragmentos de Memorias del Saqueo)
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