Scioli no deja de sorprender cuando exhibe sus cualidades de cazador de talentos.
A las primeras y resonantes designaciones del Dr. Zinn y de Carlos Salvador Bilardo, entre otros, no ha dejado de sorprender con otras maravillas con que ha completado las segundas líneas de su elenco:
La Señora esposa de ese insigne prócer llamado Rafael Di Zeo, como asesora es una de estas sorprendentes designaciones. Fuera de sus atributos femeninos, no se le conocen otros. (Esto también lo diríamos de algunos "metro-sexuales" masculinos a los que se suelen también designar antes de que nos acusen de "machistas".)
El Dr. Alfredo Cahe, completa la grilla de galenos mediáticos. El hecho de haber sido médico de Diego Maradona, con resultados hasta ahora desconocidos, puede proyectarlo para ser representante argentino ante la Organización Mundial de la Salud, según los criterios mediáticos del Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, o al menos para ser asesor suyo y atender la "salud primaria".
Mezclando medicina, deportes y medios está por supuesto Carlos Salvador Bilardo, y en el área estrictamente deportiva también se suma Javier Castrilli. En las reuniones de Gabinete ¿se jugarán un fulbito?.
Pero aparte del componente mediático-futbolero-medicinal- el gabinete sciolista incluye personajes con inconfundible tufillo reaccionario.
El afamado abogado platense Ricardo Casal, un sospechado de corrupción, y el Fiscal Carlos Stornelli, se hacen cargo de la Justicia y de la Seguridad respectivamente, mostrando una indubitable afición por las cárceles.
En el Ministerio de Economía, aparte de poner al frente a su contador personal, Rafael Perelmiter, Scioli se encargó de desbaratar el equipo que venía con ligeras variantes haciéndose cargo de las finanzas bonaerenses, de orientación peronista-lavagnista, para llenar las líneas intermedias con cuadros pertenecientes al López-Murphysmo.
La frutilla del postre es sin embargo el funcionario designado al frente de la Unidad Ejecutora del la Dirección General de Cultura y Educación.
Se trata de Francisco Piñón, mas conocido como "Cacho". Un hombre afín al Obispo Jorge Bergoglio, ex militante de Guardia de Hierro, y ex Rector de la Universidad del Salvador. En esta última casa de "altos estudios", Cacho, se encargó en los setenta de nombrar en un emocionado acto "Profesor Honoris Causa", a Emilio Eduardo Massera, cuyo proyecto político apoyaba.
Su trayectoria académica transcurrió en diversos lugares como la Universidad de tres de Febrero, pero siendo Director de Cooperación Internacional en el Ministerio de Educación de la Nación fue sospechado de corrupción.
Decían las malas lenguas que "Cacho" le estaba comprando a su hijo un coqueto piso madrileño.
Ahora lo nombran al frente de la Unidad Ejecutora, o sea, lo ponen en contacto con los créditos internacionales como antes sucediera con Ricardo Casal.
Entre tanto ambos Chauncey Gardiner se pasan facturas. Macri negándose a atender a los bonaerenses en los hospitales porteños, Scioli reclamándole que la basura de la Capital no sea arrojada en territorio bonaerense.
Entre enfermos, basura, y personajes mediáticos van transcurriendo nuestros días, mientras los medios nos entretienen con la valija de Antonini Wilson.¿En este nuevo turno no sería necesario comenzar a cuestionarse cómo se forman las segundas líneas?
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